La espirulina es un alga azul verdosa que crece en agua dulce. La historia de la espirulina viene directamente del mismísimo inicio del planeta tierra y está relacionada con nuestro futuro. Se originó unos tres mil millones de años atrás, cuando la atmósfera terrestre fue completamente transformada gracias a la Fotosíntesis. Con el tiempo, los agentes atmosféricos, como el sol y la lluvia, redujeron su abundancia en la litosfera, aunque todavía quedan vestigios de las bacterias en las rocas y piedras.
Su nombre se debe a la forma de su filamento, en espiral.
Fue cultivada por los Aztecas sobre rocas y grandes lajas de piedra, secada al sol y en polvo fue mezclada con tortillas o alimentos comunes. Los Aztecas llamaban a la espirulina «tecuitlatl» o «piedra viva». Los pueblos nativos utilizaban la espirulina como parte de su dieta y además, como decoración para su ropa y sus casas.
La espirulina contiene un pigmento natural llamado clorofila, que es responsable del color verde oscuro tan característico, además de minerales y vitaminas.
Se hizo popular a principios del siglo XX, cuando un científico francés descubrió sus propiedades nutricionales y comenzó a exportarla.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado a la espirulina como el alimento más nutritivo del mundo por su riqueza en proteínas, más compuesta por aminoácidos vitales que el huevo o la carne, también contiene vitaminas del complejo B
Hoy en día, se cultiva la espirulina en enormes estanques y principalmente para consumo humano.
Al ser muy rica en proteínas, minerales y vitaminas es un complemento popular entre los agricultores. Es por eso que hemos diseñado un producto exclusivo para ellos a base de espirulina viva: Ecoespiruline RAW.